Allí donde estés, descansa tranquilo.
Por un lado estoy contento, pues ahora te reunes con tu amada, mi abuela, a quién tanto hemos querido y añorado, tanto queremos y añoramos, tanto querremos y añoraremos, y por otro lado triste, pues me he quedado sin con quién jugar a cartas...
Descansa tranquilo. Y hasta pronto.